“Le vendieron una mentira a la gente”: un denunciante de Oceangate advirtió sobre los riesgos de Titan antes de la implosión de 2023; sabía que “habría un incidente”

David Lochridge, ex empleado de Oceangate, ha reiterado sus antiguas preocupaciones de seguridad tras la publicación de un informe de la Guardia Costera de Estados Unidos que identifica importantes fallos de la empresa como la causa principal del desastre del sumergible Titan de 2023. "Siempre tuve la esperanza de que no ocurriera lo que pasó. Pero sabía que si seguían por ese camino y con ese equipo deficiente, habría un incidente", declaró Lochridge a la BBC. "Hay tantas cosas que podrían haberse hecho de manera diferente. Desde el diseño inicial hasta la construcción y las operaciones, a la gente le vendieron una mentira", dijo. OceanGate estaba desarrollando un nuevo sumergible diseñado para llevar pasajeros al lugar del naufragio del Titanic. Sin embargo, en junio de 2023, el barco implosionó trágicamente durante una inmersión, causando la muerte de las cinco personas a bordo, incluido el director ejecutivo de OceanGate, Stockton Rush. El denunciante fue despedido de OceanGate en 2018 tras expresar su preocupación por los problemas de seguridad relacionados con el sumergible. Se había incorporado a la empresa siete años antes como director de Operaciones Marinas. "Como director de operaciones marinas, soy responsable de todos", dijo, según informó la BBC. "Yo era responsable de la seguridad de todo el personal de Oceangate y de todos los pasajeros que iban a venir en el submarino". Como piloto jefe, sus funciones incluían planificar inmersiones y operar personalmente el sumergible, llevando a pasajeros a 3.800 metros de profundidad para observar el Titanic. Garantizar la seguridad era una parte fundamental de su función. El sumergible que más tarde se llamaría Titán fue desarrollado inicialmente en colaboración con el Laboratorio de Física Aplicada (APL) de la Universidad de Washington, con planes de construir su casco de pasajeros con fibra de carbono, un material que no se utiliza en submarinos de buceo profundo, que normalmente dependen de titanio o acero. A pesar de confiar inicialmente en la experiencia del equipo de APL, la confianza de Lochridge comenzó a debilitarse a mediados de 2016, cuando OceanGate finalizó su asociación con APL y trasladó el diseño y la construcción de Titan a la empresa. "En ese momento, empecé a hacerme preguntas... y sentí que tenía el deber de seguir haciéndolas", dijo Lochridge. "Cuando llegó el casco de carbono, era un desastre total", añadió, señalando defectos visibles en el material. Lochridge fue convocado a una reunión con Rush y otros empleados de Oceangate después de presentar un informe que enumeraba los problemas que estaba observando. "No tengo ningún deseo de morir. Tengo una nieta querida. Voy a estar presente. Entiendo este tipo de riesgo, y lo afronto con los ojos bien abiertos, y creo que es una de las cosas más seguras que haré en mi vida", dijo Rush en la reunión en respuesta a las preocupaciones de seguridad planteadas por Lochridge, según informa la BBC. Lochridge contactó a la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional de Estados Unidos (OSHA), que consideró su caso urgente debido a los riesgos para la seguridad pública y lo incluyó en su programa de protección de denunciantes. La OSHA transmitió sus inquietudes a la Guardia Costera de Estados Unidos en febrero de 2018. En julio de 2018, OceanGate demandó a Lochridge y a su esposa, alegando incumplimiento de contrato y otras reclamaciones. Él respondió con una contrademanda por despido improcedente. Sin embargo, en diciembre de 2018, decidieron desistir del caso. OceanGate siguió adelante con sus planes para llegar al Titanic a toda velocidad.